La hija mayor de Ned y Catelyn Stak pensaba que su vida iba a ser la de una damisela de cuento medieval: casarse, coronarse princesa y vivir feliz para siempre. Nunca pudo imaginar que tendría que sufrir abusos, torturas y matrimonios de conveniencia que la obligarían a endurecerse para poder sobrevivir.
Sansa Stark es uno de los personajes que más ha evolucionado en la serie y uno de los podría terminar sentándose en el Trono de Hierro, quitándole el puesto a Daenaerys y a Cersei.
La mujer fuerte y racional en la que se ha convertido no tiene nada que ver con aquella joven caprichosa y un poco odiosa que se vio envuelta en terribles juegos de poder que la alejaron de su familia y la arrojaron a un mundo dominado por hombres que sólo la veían como un objeto, un estorbo o como moneda de cambio.
De niña a mujer
Sansa tuvo que aguantar los desprecios de su prometido mientras la reina de Poniente, Cersei Lannister, la trataba como a una sirvienta y volcaba sobre ella su misoginia y sus frustraciones.
Tras ser testigo de la decapitación de su propio padre y sin la protección de ningún miembro de su familia, los Lannister la convirtieron en una especie de rehén para seguir humillándola en Desembarco del Rey.
Mientras su madre y su hermano Robb eran asesinados cruelmente durante los sucesos de la Boda Roja, Sansa fue obligada a casarse con Tyrion Lannister, otro matrimonio arreglado sin su consentimiento. Aunque no dejaba de ser otra prisión, por lo menos Tyrion no la obligó a consumar su matrimonio y se convirtió en un confidente.
Tras huir de Desembarco del Rey acusada de envenenar a Joffrey, Sansa cayó en las manos de Meñique, íntimo amigo de su madre y peligroso manipulador que estaba obsesionado por ella y que consiguió tenerla bajo su control.
Después de la muerte de su tía Lysa Arryn en Nido de Águilas a manos de Meñique, éste la entregó a los Bolton, la misma familia que había traicionado a los Stark arrebatándoles Invernalia, y se vio forzada (nuevamente) a casarse con Ramsay Bolton, quien la sometió a todo tipo de malos tratos, violaciones y torturas.
Sansa ha sido una mujer maltratada desde el principio. Mientras iba perdiendo poco a poco todo lo que tenía (su dignidad, su familia, su libertad, sus sueños), su personalidad se fue endureciendo y ganó un amplio sentido de la justicia, liberándose poco a poco de las cadenas misóginas que la atenazaban.
Su reencuentro con Theon Greyjoy al final de la serie demuestra que también es capaz de perdonar. A pesar de haber intentando matar a sus dos hermanos pequeños en el pasado, ambos encontraron apoyo el uno en el otro durante su cautiverio y maltrato a manos de Ramsay. Theon ayudó a Sansa a escapar de las garras del sádico, salvando así su vida y cuando el mutilado regresa a Invernalia para ofrecer su apoyo incondicional a Sansa, ésta le recibe con los brazos abiertos.
Sansa se ha transformado en una mujer fuerte e independiente,pero también feroz e implacable cuando es necesario. Es una dama y una guerrera, ha demostrado ser una buena líder y lleva toda su vida siendo educada para tomar el poder y convertirse en reina.
Esposa y rehén
Siendo apenas una niña, su padre acordó con Robert Baratheon, Rey de los Siete Reinos por aquel entonces, en comprometerla con su hijo Joffrey. La joven Stark ambicionaba ser la esposa de un aristócrata y vio en su compromiso con el príncipe heredero la posibilidad de convertirse en aquello que siempre había soñado.
Cuando Sansa llegó a Desembarco del Rey a vivir con la familia real fue cuando descubrió el verdadero rostro de Joffrey. Después de que el sádico príncipe ordenara la decapitación de su padre, su vida dio un vuelco y se convirtió en una espiral de torturas y maltratos. Tanto Cersei como su hijo hicieron todo lo posible para que la vida de la joven fuese lo menos parecido a un cuento de hadas.
Tras anularse el compromiso, Sansa continuó viviendo como una prisionera y fue obligada a casarse con Tyrion, que la había intentado proteger en todo momento frente a su sobrino. El hermano de Cersei y Jamie fue el único Lannister que se portó bien con ella, empezando por no obligarla a consumar su matrimonio.
Sansa consiguió escapar con ayuda de Meñique de su cautiverio con los Lannister después de que Joffrey muriera envenenado durante su boda con Margaery Tyrell. La abuela de ésta, Olenna Tyrell, se convirtió en un apoyo imprescindible para Sansa y la enseñó cómo sobrevivir en un mundo de hombres.
Mujer de familia
Sansa es la hija mayor de Ned y Catelyn. Sus hermanos, Robb y Rickon pagaron con sus vidas la cruenta lucha por el Trono de Hierro, mientras que Bran se convirtió en el Cuervo de Tres Ojos.
Su hermana pequeña Arya se ha convertido, al igual que ella, en otra de las grandes jugadoras de la historia, debido a las penalidades que ambas han sufrido. Aunque nunca fueron realmente cercanas y ni siquiera se gustaron particularmente, ambas tienen más en común de lo que les gustaría reconocer.
A pesar de sus diferencias, Sansa y Arya se quieren y la relación entre ellas es inquebrantable. Su aparente enfrentamiento no fue más que una trampa para engañar a Petyr “Meñique” Baelish, que acabó pagando por sus traiciones y manipulaciones a manos de la pequeña de los Stark.
La estabilidad de Invernalia y el cariño entre las hermanas Stark era un peligro para Meñique. Pero sus intentos de dilapidar la confianza entre las dos toparon con las habilidades de Sansa, que fue capaz de engañar al maestro de las mentiras utilizando toda la información contra él (especialmente sus estrategias para empezar una guerra que acabaron con la vida de Jon Arryn) para dejarle sin la protección de sus propios caballeros y conseguir ajusticiarle legítimamente.
Mientras Arya se mantiene fiel a su promesa de venganza frente a todos los que han masacrado a su familia, Sansa ha conseguido recuperar la dignidad para el apellido Stark y construir poco a poco su camino al trono.
Por otro lado, su adorado primo, Jon Snow (al que creyeron medio hermano bastardo por tanto tiempo) la dejó encargada del Norte abandonando sus funciones como regente para viajar al Sur, algo que no alegró precisamente a Sansa. Tras convertirse por derecho propio en Señora de Invernalia, fue ganando cada vez más el apoyo de los Señores del Valle y del propio Norte, que no ven bien que Jon Snow haya abandonado su corona para jurar lealtad a Daenerys.
Aunque podría haber tomado el control en su ausencia, Sansa defendió el título de Jon a toda costa. Ambos han estado trabajando juntos para recuperar, reconstruir y preservar Invernalia y el Norte. Con tantos enemigos, lo único que les queda para sobrevivir es confiar el uno en el otro. Si Daenerys Targaryen se convierte en una amenaza para la independencia del Norte, es posible que haya que considerarla una enemiga. Y Sansa tiene muy claras sus lealtades.
De maltratada a empoderada
Tras escapar de la capital, una todavía inmadura Sansa decidió confiar en Meñique, supuesto amigo de la familia. En su llegada a Eyrie para esconderse de los Lannisters, se tiñó el cabello de negro y se hizo pasar por Alayne Piedra, la hija bastarda de Petyr Baelish.
Poco después de que Sansa le salvase de ser acusado de la muerte de su tía Lysa Arryn, Meñique se puso en contacto con Roose Bolton para proponerle entregarle a la última Stark superviviente con la condición de que ambos formaran una alianza para rebelarse juntos contra el Trono de Hierro en un futuro cercano. Realmente, Baelish planeaba comunicar a Cersei que el nuevo Guardián del Norte daba asilo a la asesina de su hijo y ofrecerse como voluntario para castigarle. De esta forma, pretendía sacar beneficio del caos resultante de enfrentar a las grandes Casas unas contra otras.
Su matrimonio con Ramsay, el hijo bastardo de Roose Bolton le hizo pasar a Sansa por el peor momento de su vida. Ramsay abusó de ella, sometiéndola a torturas y humillaciones que probablemente sean de lo más cruel que se ha visto nunca en toda la serie.
El hijo bastardo de Roose Bolton era famoso por desollar vivos a sus enemigos, utilizar sus perros para cazar mujeres, torturar y castrar a Theon Greyjoy y asesinar a su propio padre,a la mujer de éste y a su hijo recién nacido. La salvaje violación de Ramsay fue el culmen del abuso sexual y su perversión llegó a un nuevo límite al obligar a Theon a presenciar la horrible escena. La sonrisa de Sansa mientras Ramsay muere devorado por sus perros nos hicieron ver que la mayor de los Stark ya no era aquella sumisa joven que dejaba que los demás actuaran por ella.
Tras escapar de las garras de los Bolton, la hija de Ned Stark se reencontró con Jon Snow y juntos recuperaron el Norte, con ayuda de Baelish, al que poco después ordenó asesinar, haciéndole pagar por fin por la muerte de Ned. Para Sansa no hay nada más importante que su familia e Invernalia, y no va a dejar que nada ni nadie se interponga en su camino.
Superviviente
Aunque su máximo interés reside en llevar las riendas de la casa Stark desde Invernalia, Sansa podría ser la reina más grande que hayan visto los Siete Reinos. Con el apoyo total de los señores del Norte, sería sin duda una gobernante compasiva que miraría por y para el pueblo y Poniente podría disfrutar finalmente de la paz y prosperidad que se merece.
Para muchos, su actitud de sometimiento y resignación en tantos momentos fue una muestra de debilidad y cobardía. Nada más lejos de la realdiad. Sansa ha demostrado ser una mujer inteligente que ha tenido que adaptarse a las circunstancias más terribles para poder continuar con vida. No sólo es la que más ha sufrido, sino que ha tenido que aceptar su destino para sobrevivir. Esto hace que sea tan fácil identificarse con ella.
Desde que pisó por primera vez Desembarco del Rey, la vida ha sido injusta y cruel con Sansa. Pero ella sola ha ido aprendiendo a salir por sí misma de todas las situaciones complicadas en las que se ha visto envuelta.
La mayor de los Stark nunca se ha rendido a pesar del sufrimiento y las humillaciones. Acostumbrada a poner las necesidades de los demás por encima de las suyas, ha utilizado el dolor en su propio beneficio, fortaleciéndose y convirtiéndose en el vivo ejemplo de que se puede salir de todos los abusos y reclamar tu propio lugar en el mundo, ya sea sentada en el trono o como representante del honor y los intereses de su malograda familia.
Por eso el triunfo de Sansa Stark es también nuestro triunfo.
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